martes, 9 de abril de 2013



Cipriano castro (1899-1908)

En 1898 a medida que aumentaba la desestabilización del nuevo gobierno de Ignacio Andrade, crece el dinamismo de los partidarios de Castro, que a la postre formarán un Comité Revolucionario. A principios de 1899, luego de conversaciones infructuosas con Rangel Garbiras, con el fin de realizar una acción conjunta, Castro decide organizar junto con Juan Vicente Gómez y otros copartidarios, la denominada Revolución Liberal Restauradora, que comenzó con la invasión del territorio nacional, el 23 de marzo de 1899. Dicho movimiento revolucionario triunfa luego de librarse algunos combates, por lo que el presidente Andrade abandona el país ante el incontenible avance de Castro, quien finalmente entra en Caracas el 22 de octubre de 1899 encargándose de la presidencia de la República hasta diciembre de 1908.
Una vez en el poder Cipriano Castro tuvo que afrontar una fuerte oposición política por parte de sectores tanto nacionales como internacionales. En tal sentido, tenemos el estallido de la Revolución Libertadora (1901-1903), liderada por el banquero Manuel Antonio Matos y que contó con el apoyo financiero de compañías extranjeras; el bloqueo de las costas venezolanas por parte de las armadas de Inglaterra, Alemania e Italia (diciembre 1902-febrero 1903) que motivó la célebre proclama de Castro: "Venezuela, la planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la patria"; y "La Conjura" (1907), complot palaciego que se generó en torno a su ausencia del gobierno por motivos de salud. En síntesis, para poder superar la oposición a su gobierno y consolidarlo, Castro tuvo que liquidar los centros dispersos de poder político (caudillos) y preparar el advenimiento de un régimen plenamente autoritario, lo que no dejó de provocar la reacción de ciertos sectores separados del poder. En noviembre de 1908 con el objeto de someterse a una riesgosa operación quirúrgica en Alemania, deja en el poder transitoriamente al vicepresidente de la República, general Juan Vicente Gómez; quien aprovecha las circunstancias para dar un incruento golpe de Estado, el 19 de diciembre de ese año. Una vez alejado del poder y negada la posibilidad de regresar a Venezuela, Castro sufrió el acoso de las potencias resentidas por la política que mantuvo hacia ellas durante los 8 años que estuvo en el poder. Al carecer de los recursos para efectuar una invasión armada, se marcha a Madrid para luego convalecer de su operación en París y en Santa Cruz de Tenerife.
 

A fines de 1912 pretende pasar una temporada en Estados Unidos, pero es apresado y vejado por las autoridades de inmigración y obligado a marcharse en términos perentorios (febrero 1913). Finalmente se establece en Santurce, Puerto Rico (1916), bajo una estrecha vigilancia por parte de espías enviados por Juan Vicente Gómez. En 1917, a pesar de sus pésimas relaciones con el gobierno de Estados Unidos, funcionarios de este país, disgustados por la actitud neutral de Gómez ante los sucesos de la Primera Guerra Mundial, establecen contacto con él para que encabezara una posible reacción en contra del gobierno venezolano, lo que no obstante rechaza. Sus restos reposaron en el cementerio de San Juan de Puerto Rico hasta el 25 de mayo de 1975, cuando fueron repatriados e inhumados en un mausoleo de su pueblo natal.



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